Ascensores en el Liceu
Hacía siglos que no la veía y aquella cara conocida absorbió mi mirada de entre otras tantas que eran vomitadas en la boca del metro de Liceu. En dos segundos mi cabeza procesó todo lo que pudo y desechó la idea. No había ninguna coincidencia en mi memoria: "esa cara no se encuentra en su memoria, probablemente le recuerde a otra".
Sin embargo sentí su mirada, intensa y volví mis ojos con sorpresa y avergonzada. Aquellos ojos me recorrieron de arriba abajo y me sentí halagada y un tanto poderosa. Ví que se acercaba con paso firme y decidido, me inquietó y las reacciones químicas en mi cuerpo hacían que miles de ascensores se pusieran en funcionamiento a la vez.
(ps: hoy toca ver muchas cosas: parque güell, el macba, y una sesión de cortos al anochecer. otro día termino de escribir esto)
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